No es solo un título universitario, es el resultado de años de esfuerzo, desafíos superados y sueños que, poco a poco, toman forma. Para Nayelli Villalta Lozano, estudiar Derecho en la Universidad Laica VICENTE ROCAFUERTE de Guayaquil ha sido una experiencia transformadora. “Aparte de lo académico, lo que más valoro es la calidad humana de mis compañeros y docentes. Siempre estuvieron dispuestos a compartir su conocimiento y apoyarnos en los momentos difíciles”, dice con la satisfacción de quien ve su meta cada vez más cerca.
El sentimiento es compartido por Liliana Pérez Infante, quien inició su carrera en plena pandemia y tuvo que adaptarse a la virtualidad. No fue fácil, pero la universidad y su comunidad se encargaron de que el aprendizaje no se detuviera. “Desde el primer día se notó la preparación de los docentes. A lo largo de estos años, he aprendido que la constancia es clave y que el esfuerzo vale la pena. A quienes quieren estudiar aquí, les digo que se animen, porque encontrarán puertas abiertas y un ambiente de apoyo”, asegura.
La educación universitaria es, en muchos casos, un camino lleno de retos. Catherine Olivo Reyes lo sabe bien. “A mi yo del pasado, que soñaba con estudiar en la ULVR, le diría: lo logramos, Catherine. Superamos barreras, vencimos obstáculos y lo hicimos con constancia y dedicación”, reflexiona. Cada semestre ha sido una oportunidad para crecer, para aprender y para demostrar que la perseverancia tiene su recompensa.
Para Freddy Moreno Plúas, el trayecto ha sido exigente, pero también gratificante. “Cada semestre fue una batalla, pero con esfuerzo y el respaldo de nuestros docentes, estamos a punto de cruzar la meta. A quienes buscan una universidad con diversidad y calidad académica, les diría que vengan a la ULVR. Aquí nos han ayudado a todos a avanzar”, expresa con orgullo. Su futuro ya tiene rumbo: planea especializarse en Derecho Penal y Tránsito, un camino que emprenderá con la confianza que le ha dado su formación.
Estos estudiantes representan el espíritu de la ULVR: compromiso, disciplina y pasión por el conocimiento. Pronto dejarán las aulas, pero llevarán consigo mucho más que un título: una comunidad que los ha acompañado en cada paso y la certeza de que lo aprendido será su mejor herramienta para enfrentar lo que viene.