La educación inicial no solo se enseña, se vive. Y en esta ocasión, se baila. En un espacio donde la pedagogía se cruza con la creatividad, el taller de desarrollo psicomotriz impartido por el maestro Sergio Pazos convirtió la enseñanza en una experiencia vibrante para las estudiantes de la Universidad Laica VICENTE ROCAFUERTE de Guayaquil.
La jornada comenzó con una reflexión del Mgtr. Salvador Rivera, docente de Culturas Recreativas, sobre la importancia de integrar la música, el ritmo y el folclore en la planificación curricular. “No es solo teoría, es llevar el conocimiento a la práctica. Queremos que nuestras futuras docentes comprendan cómo el movimiento puede ser una herramienta clave en la educación infantil”, señaló.
Pazos, con más de una década en danza y docencia artística, guió a las estudiantes en una dinámica donde la expresión corporal fue la protagonista. “La energía de los niños es inmensa, y nuestro reto es canalizarla en actividades que no solo los diviertan, sino que beneficien su desarrollo psicomotriz”, comentó.
Pero el aprendizaje no se quedó en los apuntes. En el Teatro Universitario Ernesto Albán Mosquera, las estudiantes pasaron de espectadoras a protagonistas. Bajo la guía de Pazos, exploraron técnicas que podrán aplicar con sus futuros alumnos.
“El movimiento no solo libera energía, también estructura y permite desarrollar coordinación y conciencia corporal”, explicó el tallerista. Entre pasos marcados, juegos rítmicos y exploración corporal, las estudiantes no solo aprendieron, sino que vivieron lo que significa enseñar utilizando los movimientos corporales.
Al final, quedó claro que en educación inicial el conocimiento no solo se transmite con palabras, sino también con el lenguaje universal del movimiento.