El arte es un idioma universal, y el jueves 6 de febrero promete hablar con una elocuencia singular. Bajo el título “Arte sin Límites,” los estudiantes de sexto semestre de Comunicación de la Universidad Laica VICENTE ROCAFUERTE de Guayaquil (ULVR), junto a la Asociación Ecuatoriana de Discapacidad Intelectual Regular (ASENIR), nos invitarán a descubrir cómo los niños neurodivergentes encuentran en el arte su mejor aliado para expresar emociones, fortalecer su confianza y revelar su verdadero potencial creativo.
Pero este evento no es solo una exhibición; es un diálogo abierto con una sociedad que necesita escuchar más y juzgar menos. “A través de la expresión artística, se pueden canalizar emociones y pensamientos de manera creativa, lo que contribuye significativamente al crecimiento personal y social de nuestros hijos,” compartió uno de los padres, visiblemente emocionado por el impacto positivo que el arte ha tenido en la vida de su familia.
En diciembre, los estudiantes capturaron en fotografías y videos los momentos más genuinos y vibrantes de estos pequeños artistas en acción. Lo que emergió no fueron simples imágenes, sino retratos vivos de diversidad y creatividad. Estos materiales, convertidos en contenido digital y difundidos en redes sociales, lograron conectar con un público más amplio, como lo destacó la Mgtr. Karla López Cedeño, quien mencionó que los reels en Instagram generaron “impresiones significativas, mayor alcance, visualizaciones, interacciones y una comunidad más comprometida.”
El mensaje de inclusión trasciende los likes y las métricas digitales. “El arte no solo desarrolla la imaginación, también es una herramienta de comunicación poderosa para que los niños transmitan sus ideas y sentimientos,” señaló Brenda Reyes, psicopedagoga y docente de arte en ASENIR. Cada pincelada, cada trazo, es una conversación que, aunque no verbal, tiene el poder de derribar barreras.
Este esfuerzo se suma a una campaña transmedia liderada por la carrera de Comunicación de la ULVR, cuyo objetivo es desmitificar los prejuicios hacia la neurodivergencia y posicionar a ASENIR como un faro de apoyo para la diversidad funcional. “Es gratificante ver cómo el arte se convierte en un puente de expresión y conexión. Queremos amplificar este mensaje y demostrar que la inclusión no solo es posible, sino indispensable,” reflexionó el Ph.D. Adriam Camacho Domínguez, Decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Derecho.
Al final, “Arte sin Límites” no es solo un evento; es una declaración. Una que nos recuerda que todos, en nuestra singularidad, tenemos algo valioso que aportar. El jueves, el arte hablará por aquellos que suelen ser incomprendidos, y quizás, al escucharlo, terminemos aprendiendo algo más sobre nosotros mismos.